ÁNGELA RAMOS

1896 -1988

Mi mamá era diferente de las demás. Siempre quiso estudiar, leer, en una época en que era mucho más difícil ser algo en la vida que no fuera ama de casa.  Mi abuela no quería que mi mamá fuera al colegio, porque pensaba que las niñas no debían ir. Un día,  cuando Ángela estaba yendo al colegio, mi abuela la jaló y le rompió el vestido. Entonces mi mamá le dijo “así con mi vestido roto voy al colegio, porque tengo que estudiar.

 Enriqueta Rotalde, hija

Periodista, escritora, activista y militante, Ángela Ramos fue guionista del largometraje El Carnaval del Amor (1930).  

Ángela nació en el Callao el 6 de junio de 1896, en una familia de clase trabajadora. Estudió primaria y secundaria, algo inusual para las mujeres de su época, y trabajó desde muy joven en la naviera británica Pacific Steamship Navigation Company. Allí fue testigo de los bajos salarios y  tratos humillantes que sufrían los empleados y el despido abusivo de su padre. Indignada, escribió una carta de protesta que fue publicada en el diario El Comercio (El sufrimiento de la mujer que trabaja, 1918), dando así inicio a una larga y prolífica carrera de periodista. 

En 1919, reemplazó a Abraham Valdelomar como redactora de la Empresa de Teatros y Cinemas, una importante compañía de exhibición cinematográfica. Durante los siguientes cuatro años, Ángela escribió los resúmenes promocionales de las películas que se proyectaban en los cines de propiedad de la empresa: “Generalmente las películas tenían cinco rollos, pero yo siempre veía el primero, el segundo y el último, con esto ya me daba cuenta cabal de lo que era la película” (Carbone, 1991, p. 99).  

Entre 1922  y 1923, Ángela  escribió Por un marido, una comedia de teatro de corte costumbrista acerca del afán de las mujeres por casarse y huir de la soltería. El éxito de Por un marido convenció a Pedro Sambarino  -notable y prolífico realizador, laboratorista y productor italiano afincado en el Perú-  de convocar a Ángela para escribir El Carnaval del amor (1930). 

“Yo era por el momento la comediógrafa de moda, había escrito una comedia Por un marido, que se dió 50 noches seguidas en el “Teatro Colón”. Entonces por ahí me dijeron, ¿por qué no haces una película? Como que alguien venga y te diga: ¿por qué no haces una tortilla o un panqueque? Así de simple. Entonces me imaginé que se podía hacer y acepté (…) Fue algo incidental. yo no tenía mucho tiempo para dedicarme a eso.” (Carbone, 1991, p. 107-8)

La película se rodó en marzo de 1927, y se estrenó tres años después, gracias al éxito de la película Los Abismos de la Vida (1929) de Stefania Socha.  

El carnaval del amor es […] la mejor película nacional editada hasta ahora, pese a la pretenciosa La Perricholi, película churrigueresca. Exalta nuestros valores campesinos y ciudadanos. Presenta una Lima hermosa, cierta, sin exageraciones. Un campo fecundo, con hombres fuertes  y de trabajo. Exalta nuestros mejores valores, nuestras riquezas, nuestros paisajes. A nuestra buena gente campesina. En cuanto a su argumento, es agradable, bien llevado. Si no tiene primeros términos es porque no tenemos todavía “studios” completos; pero ya vendrá con el tiempo. Creemos cumplir con una misión de bien recomendando esta película que exalta nuestras costumbres sanas y nuestra música, nuestra poesía, así como a muchos valores nobles de nuestra nacionalidad”. (Revista del Touring Club Peruano, enero de 1930, en Bedoya, 2009, p. 265)

“¿Quieres ver una película nacional en la que hay realidad? Ve a ver El carnaval del amor. Mira: hay Lima antigua y moderna, hay ganaderías, hay corridas de toros, hay fiesta chacarera”. (El Comercio, 19 febrero 1930; en Lucioni y Núnez, s/f). 

El carnaval del amor  fue el único largometraje de Pedro Sambarino y Angela Ramos. La incipiente y tardía industria del cine silente peruano sufrió el embate simultáneo de la crisis financiera de 1929, la caída del régimen de  Leguía y la llegada del cine sonoro, muriendo al poco tiempo de nacer.  

En las siguientes décadas, el trabajo de Ángela Ramos se concentró en la militancia, la lucha política y el periodismo –espacios tradicionalmente reservados para varones. Fue una férrea defensora de los movimientos sindicalistas, del sufragio femenino, los derechos de los presos y el mejoramiento de las condiciones carcelarias, sufrió prisión dos veces y fue miembro del Partido Comunista Peruano -del que se apartaría luego- por deseo expreso de Mariátegui (Gavilán, 2020). 

FILMOGRAFÍA

ARGUMENTO 

El carnaval del amor (1930). Largometraje, ficción.  Director: Pedro Sambarino.

Angelucha.  Dir. Francisco  Adrianzén (1987).  

PARA SABER MÁS:

Bedoya, Ricardo (1997). Un cine reencontrado. Diccionario ilustrado de las películas peruanas. Lima: Universidad de Lima e Instituto de Cooperación Iberoamericana. 

Bedoya, Ricardo (2009). El cine silente en el Perú. Lima: Universidad de Lima.

Carbone, Giancarlo (1991). El cine en el Perú: 1897-1950. Testimonios. Lima: Universidad de Lima. 

García y García, Elvira (1924). La mujer peruana a través de los siglos. Lima: Imprenta Americana- Plazuela del Teatro. 

Gavilán Cortez, Ricardo (2020). La sempiterna lucha de Angela Ramos. Ojo Zurdo (9).  

Lucioni, Mario; Irela Núñez (2013). Angela Ramos de Rotalde. En: Jane Gaines, Radha Vatsal, and Monica Dall’Asta, eds. Women Film Pioneers Project. New York, NY: Columbia University Libraries. 

Lucioni, Mario; Irela Núñez (s/f). Algunas pioneras del cine mudo peruano

Ramos, Ángela (1990). Una vida sin tregua. Tomos I y II. Lima. 

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